La destacada viróloga, Dra. Oveta Fuller, profesora asociada de microbiología e inmunología en la Universidad de Michigan, murió inesperadamente este mes a la edad de 67 años. No se ha proporcionado ninguna causa de muerte, aparte de los informes de que murió “después de una breve enfermedad no relacionada con COVID”.

Fuller, quien fue miembro del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la Administración de Alimentos y Medicamentos, es quizás mejor conocida por su rol en la aprobación de las inyecciones de COVID-19 al votar por su Autorización de Uso de Emergencia (EUA).

“Su voto es una de las razones por las que tenemos vacunas contra COVID hoy en día”, dijo WDIV, afiliado de NBC Detroit, y calificó a Fuller como una “firme defensora de la ciencia” que se preocupaba “por la información”.

En particular, la viróloga fue solo una de cuatro que inicialmente votaron “no” a la EUA en 2020, lo que ella explicó como “no, todavía no”. Pero para 2021, Fuller estaba totalmente de acuerdo con las inyecciones, incluso sugiriendo mandatos de vacunación contra COVID-19 en las escuelas.

“De la pandemia al SARS CoV-2 endémico requerirá decisiones sabias por parte de los líderes y de cada persona”, tuiteó Fuller en julio de 2021. “Las vacunas requeridas han detenido o reducido muchas enfermedades: poliomielitis, sarampión, paperas, tos ferina, varicela, influenza... Debemos agregar COVID-19 a la lista”.

En noviembre de 2021, Fuller votó “Sí” a la autorización de las vacunas COVID-19 para niños de 5 a 11 años.

“Según los datos que se presentaron para los ensayos clínicos con niños de 5 a 11 años, así como los efectos de implementación de la vacuna de Pfizer durante los últimos 10 meses en millones de personas, los beneficios parecen superar con creces el riesgo.”, dijo Fuller a The Michigan Daily. “Así que voté a favor, para que esté disponible como algo que los padres que eligen vacunar a sus hijos pueden hacer. Mi opinión no era tanto hacerlo obligatorio sino hacerlo accesible”.

Luego, en julio de 2022, Fuller votó a favor de autorizar las inyecciones de COVID-19 para niños a partir de los seis meses de edad, alegando nuevamente que los beneficios superaban los riesgos.

“Los beneficios parecen superar claramente los riesgos, particularmente para aquellos con niños pequeños que pueden estar en el jardín de infantes o en una guardería colectiva”, dijo.

Fuller también instó a las mujeres embarazadas y lactantes a que se pusieran las inyecciones.

“Como el embarazo naturalmente trae un tipo temporal de inmunosupresor, la vacunación contra COVID y el refuerzo son amor y sabiduría en acción para las madres, las futuras madres y las personas que las rodean”, tuiteó Fuller en noviembre de 2021.