Un ciudadano brasileño que se niega a ser vacunado durante una emergencia de salud pública debe enfrentar una pena de prisión de 2 a 8 años y una multa, según la legislación que se está tramitando en el Congreso brasileño. La misma sentencia se aplicaría a alguien que critica públicamente la vacuna durante una emergencia de salud pública con lo que presuntamente es “fake news” (noticias falsas).
Además, los padres o tutores legales que no inyecten a sus hijos las vacunas exigidas por el gobierno durante una emergencia de salud pública se enfrentarán a entre 1 y 3 años de prisión.
El proyecto de ley (PL 5555/2020), presentado originalmente por el senador Angelo Coronel (PSD) en 2021, pasó a la Secretaría Legislativa del Senado Federal, según The Rio Times. Una encuesta en línea en el sitio web del Senado que se publicó recientemente en las redes sociales muestra que los brasileños se oponen abrumadoramente a la legislación, con 119.551 encuestados votando No y 10.299 votando Sí.
“La salud pública es uno de los activos más costosos y relevantes de una nación”, dice el proyecto de ley. “Por ello, en una situación de emergencia de salud pública, la conducta de no someterse a la vacunación obligatoria debe ser tipificada como delito. Ante este hallazgo, urge modificar el Código Penal para responsabilizar a quienes deliberadamente dejen de asistir a las campañas de inmunización…”
“Así mismo, la difusión de noticias falsas sobre las vacunas del programa nacional de inmunización, que desincentiven la vacunación, debe ser sancionada ejemplarmente, como delito contra la seguridad pública”, agregó el proyecto de ley.
Otro proyecto de ley presentado por el congresista Fernando Rodolfo castigaría con 2 a 5 años de prisión y multa a quienes se salten la fila para vacunarse.
La legislación se introdujo durante la administración de Bolsonaro, quien se opuso firmemente a los mandatos de vacunación y cuestionó la seguridad de las inyecciones. Pero es probable que los proyectos de ley encuentren el apoyo del recién inaugurado presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien en diciembre prometió hacer que se disculpen quienes se oponen a la vacuna contra COVID-19, después de asumir el cargo.
“No podemos, de manera precipitada, pensar que vamos a anunciar la vacuna, y la gente va a ponérsela. No. La gente tiene que volver a convencerse de la eficacia de la vacuna, y vamos a tener que hacer que mucha gente que se opuso a la vacuna tenga que disculparse”, dijo Lula, según CNN Brasil.
Lula, que practica el catolicismo, la religión oficial de Brasil, también prometió ir a por las iglesias evangélicas y confrontarlas por su postura sobre las inyecciones.
“Yo, por lo menos, tengo la intención de ir a varias iglesias evangélicas y discutir con sus líderes lo siguiente: ‘¿Cuál es su actitud hacia el tema de las vacunas? O los haremos responsables de la muerte de personas”, dijo Lula.
