Más de 100 escuelas católicas en Cleveland, Ohio, ya no tolerarán la desorientación de género ni conducta “homosexual”, anunció la Diócesis Católica de Cleveland.
A partir de este mes, los estudiantes, empleados, voluntarios o personal de escuelas católicas “que decidan expresar abiertamente su desacuerdo con las enseñanzas de la Iglesia sobre cuestiones de sexo, sexualidad y/o género de manera inapropiada o escandalosa, o que actúen de manera contraria a las enseñanzas de la Iglesia” pueden enfrentar la expulsión o “medidas disciplinarias”.
En un memorando de política escolar publicado el 31 de agosto, la Diócesis de Cleveland reconoció que la desorientación de género puede ser “increíblemente complicada y dolorosa”. Sin embargo, la noción de que género y sexo son independientes entre sí “es contraria a la realidad divinamente revelada de nuestra verdadera naturaleza humana dada por Dios”.
A aquellos que experimentan atracción hacia el mismo sexo o desorientación de género no se les negará la admisión a las escuelas católicas, pero no deben esperar que sus confusiones sean permitidas. Esto incluye la prohibición de los símbolos del arco iris, las expresiones de “orgullo LGBTQ” y “pronombres preferidos”.
"Ninguna persona puede designar un 'pronombre preferido' en forma oral o escrita, y ninguna institución permitirá dicha designación por parte de ninguna persona en correos electrónicos, correspondencia u otras comunicaciones institucionales", dice la nueva política.
Las escuelas católicas ahora también notificarán a los padres si sus hijos muestran signos de desorientación de género o atracción por personas del mismo sexo. Los estudiantes tienen prohibido el acceso a instalaciones, programas y actividades designadas para el sexo opuesto. Se puede hacer una excepción para las mujeres que deseen unirse a actividades deportivas masculinas, si el liderazgo de la institución lo considera apropiado.
Los estudiantes no pueden asistir a un baile con una cita del mismo sexo ni expresar públicamente atracción por otra persona del mismo sexo. Deben adherirse a un código de vestimenta específico para cada sexo y, por lo demás, “comportarse de una manera consistente con el sexo biológico que Dios les ha dado”.
En una carta de presentación adjunta, el obispo de Cleveland, Edward Malesic, pidió a los miembros de la parroquia que muestren “compasión, misericordia y dignidad” hacia quienes experimentan atracción hacia el mismo sexo o desorientación de género “para que podamos ayudarlos con amor a atravesar la confusión y llegar a la verdad.”
“La masculinidad o feminidad de uno es fundamental para la forma en que uno se ve a sí mismo y vive su vida”, añadió el obispo.
La semana pasada, el alcalde de Cleveland, Justin Bibb, criticó la política como “una traición impactante a las enseñanzas de la Iglesia” y advirtió que la política “no pasa desapercibida”.
"La nueva política obliga a los niños LGBTQ+ a ocultar su yo auténtico y asistir a la escuela con miedo de ser perseguidos por ser quienes realmente son", dijo Bibb en un comunicado.
